La parafina es una cera que, al aplicarla caliente sobre las manos o pies, hace que la humedad de la piel suba a capas externas.
El tratamiento con parafina es hidratante, ya que humecta la piel a nivel profundo. También incrementa el flujo sanguíneo del área tratada.
Como resultado más evidente se consigue una piel sana, suave y sedosa.
La acción vaso dilatadora de la parafina caliente ayuda a prevenir y evitar problemas circulatorios, ya que incrementa el flujo sanguíneo de las zonas tratadas.
El tratamiento con parafina busca conseguir una piel tersa, suave y sedosa. La parafina es un aceite corporal sin olor ni color, por lo que hidrata, sin manchar, ni oscurecer la piel.
Olga Fierro Centro de Estética
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